martes, 2 de agosto de 2011

La Belladonna

Nunca crei en cosas raras,ni en sucesos fuera de lo comun,salvo aquellos cuentos cuyo terror va destinado exclusivamente a un publico infante,aunque por donde vivo hay algo que no me cuadra,y actualmente me afecta.

Todo empezo hace unos dias,cuando un amigo y yo volvimos a un bar,donde antiguamente era el tugurio idoneo para nuestras monas,Julio,mi amigo,habia sentado la cabeza,encontro una chica hace no mucho con la que se siente como el hombre con mas suerte del mundo,le tenia envidia,curiosamente las mujeres con las que me he relacionado o tenian muchas exigencias,o solo servian para la cama,las que realmente pensaba que valian la pena siempre no estaban solas.

Realmente no era muy tarde,sobretodo para alguien cuyo curriculum es salir del bar sobre el alba,ni siquiera llegaba a la medianoche,estabamos los dos sentados en una mesa tomandonos ambos una cerveza,vi en la barra una mujer cuya soledad me resulto bastante extraña,daba una sensacion realmente como de mirar a todos los sitios,y a la vez,ahogarse en sus pensamientos,esa sensacion era porque fisicamente pocas mujeres podian equipararse en belleza,incluso lo curioso es que,a pesar de ser radicalmente hermosa,chicas menos agraciadas iban mas generosas.

Le señale a Julio semejante mujer,en un principio el me dijo que me aventurara a hablar con ella,aunque en realidad necesito mas de tres cervezas para ello,Julio,en un alarde de amiguismo,se dispuso a presentarmela.

Fue hacia esa Afrodita a empezar a hablar,mas que nada para convencerla,curiosamente el camarero de la barra los estaba mirando cuando mi amigo se acerco,pense que seria o su novio o su amante,ya que su cara no era de alguien ajeno,esa sensacion hizo que me acercara a avisar de que hay alguien mas,cuando me acerque tanto la mujer como mi amigo estaban como comprenetandose demasiado.

"Mira,esta es Susana" me la presento Julio,aunque fue lo que en un principio solo supe de ella,lo que empezo como un amiguismo termino con mi amigo dandola la direccion de donde residia el ahora mismo,asi que,cuando termino y se marcho,la mujer ya hacia rato que se habia ido.

Preferi quedarme un rato,lo curioso es que el camarero paso de la cara extraña como a una mezcla entre resoplido y lastima,me dio por preguntar quien era semejante diosa,cuando el camarero me dijo que no lo sabia,ni queria saberlo.

Despues de una pequeña conversacion consegui sacarle informacion sobre ella,es una mujer bastante extraña que lleva un tiempo presentandose en el bar,curiosamente casi todas las noches acaba yendose con un cliente,del cual no se vuelve a saber nada de el,por lo menos el camarero eso aseguraba,era muy raro,realmente creo que incluso dentro de sus palabras escondia una palabra,miedo.

A los dos dias me entere de que encontraron a Julio en su casa muerto,su chica le llamo varias veces a su casa,con ninguna contestacion,ansiosa fue a su piso,viendo que no habia nadie llamo a la policia,encontrando el cadaver del pobre Julio tirado en el pasillo,me entere de cuando iba a ser la incineracion,asi que logre descubrir de lo que supuestamente murio,un ataque cardiaco fulminante.

La noche despues de la incineracion me revolvio la conciencia y el abandono de un amigo,asi que despues de ir a un bar habitual para mi,acabe volviendo al tugurio de la otra noche,estuve en la barra intentando olvidar a mi amigo,cuando fue abrir la segunda Mahou cuando una dulce voz me dijo por detras "Hola,¿te acuerdas de mi?",era la mujer de la otra noche,de cerca es incluso mas bella que a distancia,ya que su pelo rubio y largo como las tiras doradas,y unos ojos verdes oliva eran la carta de una presentacion de una cara entre la inocencia,el misterio y cierto toque salvaje,me di cuenta de que el camarero empezo a prestarme atencion,ella,como dijo mi amigo la otra noche,se llamaba Susana,decia que llevaba un tiempo por la ciudad despues de venir de fuera,aunque a pesar de mi interes no dio la mas minima pista de donde exactamente,realmente estaba hipnotizado por semejante mujer,aunque hubo un instante en el cual me vino la cara de mi amigo,justo cuando ella me pregunto donde vivia,le dije una direccion,aunque realmente conducia a casa de Kiles,alguien con el que no me llevo bien desde siempre,y por cuyas denuncias conozco bien su piso,con una sonrisa angelical ella se despidio,aparte de un femenino guiño.

El camarero me toco el brazo,como en señal de consolacion,volvi a casa y dormi esa noche,aunque mediante los sueños tuve la sensacion de que el peligro no habia pasado,y alguien estaba pagando por mi.

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